
Para ello, partiendo de la figura del triángulo como base y principio de desequilibrio, es decir, movilizador, se plantea esta experiencia en la forma de un charla-taller, en la que los participantes experimenten con su propio cuerpo, guiados por la observación directa del ponente, los siguientes contenidos:
- El silencio como matriz
- El espacio y los sonidos elementales del cuerpo
- El foro: los pronombres
- La propia voz y el impulso comunicativo
- La dinámica de las palabras (verbos y sustantivos) y sus correspondencias en el mundo de la imaginación
- Del ritmo de la voz: movimiento y permanencia o entre eros y tánatos
- La intensificación comunicativa: realidad y palabra ampliada